DIA 11. En la consulta.

-Doctor, doctor, creo que estoy perdiendo la sensibilidad. Rajoy ya está en la Moncloa y no he sentido ni dolor. No he sentido nada, ni siquiera al nombrar como ministro de economía a un Lehman Brother. ¿Es grave, doctor?

-No, no te preocupes, es una alteración que padece todo aquel que en el último año ha pasado por una oficina del paro en más de dos ocasiones. En realidad lo que os sellan es que habéis recibido la dosis, una, dos, o las que sean. La echan por las rejillas de los respiraderos del INEM. Provoca una especie de mutación en el hipocampo cerebral que, digamos, inmuniza al parado para evitarle más dolor del necesario. Tranquila, la mutación afecta ya a buena parte de la población, si no se os controlara, estaríais en las calles quemando coches oficiales.

-Y, entonces, ¿puedo escuchar las sobreactuaciones de ciertos periodistas sin que me den ganas de asfixiarles con su propia corbata?

-Sí, incluso a los tertulianos.

-¿Y a la patética oposición?

-También. Quizá hasta a Leire Pajín.

-Y si veo este verano a algún miembro de la familia real tocándose las pelotas a mi costa en Mallorca, ¿no se me acelerará el pulso cardiaco?

-Lo asumirás como propio de este país, sin indignación.

-¿Y si algún empresario me ofreciera un contrato abusivo hasta la ilegalidad?

-Firmarás y se lo agradecerás haciendo horas extras.

-Gracias doctor. Y gracias..., España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario