DIA 7.- God help us

No sé por qué lo llaman la fiesta de la democracia, si ha sido todo un funeral de tercera, que hasta las gaviotas de Génova parecían cuervos. Bueno, cadáveres ha habido, al menos políticos. Pues que descansen en paz y, a ser posible, sin sueldo vitalicio.

Yo hoy he tenido una entrevista de selección para un ¡curso!. Sí, sí, no he liado la ‘s’ con una ‘r’, no para un curro, para un curSo. Que con esto de los recortes, la formación se va al garete. Me avisan en un par de días. Me siento como en peli de sobremesa gringa, esperando ansiosa el membrete de Yale. Y yo me pregunto ¿qué cursos habrá hecho Mariano en los últimos 20 años? ¿Habrá tenido tiempo de llamar a Home English? Jose Luis no ha podido el pobrecito en ocho años. Ahora le piden inglés hasta a un kioskero para poder trabajar, pero no al presidente de éste nuestro país de polvorón. Así nos va, yo creo que se pierden cosas. Por muy bueno que sea un traductor/a, también estornudan y sufren apretones. Es en esos instantes fugaces cuando se deben decir las cosas importantes en los foros internacionales y, claro, los nuestros… a por uvas.

En fin, mudanza en la Moncloa. Viri, que así llaman a la nueva primera dama, tiene unas semanas para preparar el cuartito de los niños y arrancar las calaveras y lápidas que han debido dejar sus antecesoras. God help us o, para que lo entienda Mariano, que dios nos pille 'confesaos'.

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